viernes, 27 de febrero de 2009

El opositor es...


Una parábola

Hace tres años, cuando llevaba un añito en esto, mi preparador, tras una gran racha de cantes buenos, me dijo que la oposición es como una parábola, empiezas de cero y vas subiendo, y hay que aprovechar esa subida para poner toda la carne en el asador y aprobar, porque después se tiende irremediablemente a bajar y cada vez se hace más difícil llegar a la meta.
En su día no lo entendí, supongo que pensé que cada año sabes más y no puedes más que ascender hacia la cima del aprobado. Ahora sin embargo, entiendo a qué se refería. No es que sepamos menos, es que nos acomodamos a este modus vivendi, nos cansamos de echarle tantas horas, o como se suele decir "nos quemamos".
Hay gente que tarda más tiempo en ascender que otra, hay gente que puede mantenerse durante más años en la cima antes de bajar, está claro que la parábola no es la misma para todos, pero lo que sí creo es que tarde o temprano todos empezamos a caer.

Con este post no quiero ser pesimista, ni mucho menos, sólo recomendar a los compis que estén ascendiendo que aprovechen el momento, que no flojeen, y a los que por cualquier circunstancia empezamos a oler a chamusquina que tratemos de mantenernos el tiempo suficiente frenando la caída hasta el aprobado, porque saber, sabemos más que cuando íbamos escalando, el problema es que quizá hayamos perdido la garra, la fuerza, el aguante.
Merece la pena detenerse a pensar que no hay por qué seguir cayendo con la inercia, que podemos hacer fuerza en dirección contraria, que costará más o menos, pero que si seguimos en esto es porque queremos. Entonces hay que esforzarse más, porque el que algo quiere, algo le cuesta.

lunes, 23 de febrero de 2009

De parones, despedidas y agradecimientos.


Hello compis! Como habréis podido constatar esta semana no he actualizado, y no es porque fuera de megaculo al cuadrado (por no decir al cubo ya) con los temas... ¡noooo! ¡Qué va! Si los llevo tan bien que improviso en el cante sólo por gusto y para darle un toque modernillo e innovador a las leyes ya que, como a los triunfitos, eso de la espontaneidad siempre se nos ha valorado mogollón.
Como decía, no ha sido porque entre semana haya tenido tantos acontecimientos de caso fortuito y fuerza mayor que a penas he tocado un libro viéndome obligada a un repaso histérico de fin de semana con consiguiente caguitis pre cante, no, no... es que me he declarado en huelga, como mis futuros compis.
Me he dicho: esta semana no escribes, ni estudias na, que el sistema está muy mal y tienes que reivindicarlo, a tu manera, seguro que el
Ministrejo (SIE copyright 2009) se da por aludido y de golpe anuncia el ansiado aumento de plazas.
Pero va a ser que no. Creo me han hecho tanto caso a mí como a mis futuros compis, o eso parece cuando en los medios de comunicación lo más fuerte de todo el asunto Ministerial (= Bermejo dimisión) ha sido su afición por la caza (no me sorprende, vista su vocación pesquera) como además ha dejado patente en su discurso de despedida... Me gustaría decir que lo echaremos de menos, pero me han enseñado que mentir está feo.
Ojalá que el nuevo nos de alguna alegría (aqui es cuando más de un lector dirá "ilusa, tras cuatro años de disgustos aún conserva la fe, criaturita"), pero ya sabemos que la esperanza es la última en morir (y no estoy hablando de política).

Aprovecho esta entrada para agradecer a los lectores y comentaristas que hayamos superado las 10000 visitas pese a mi inconstancia actualizadora, en especial a aquellos que han llegado a este blog preguntándose qué son las momias, cuánto vale la (atención, no es coña) "ther momis" -thermomix para los amigos-, o tecleando en google "estoy hasta el culo de opositar". Gracias a todos, intentaré no hacer huelga próximamente o al menos me reservaré hasta el verano, que parece que se avecina otra y con el buen tiempo apetece más.

jueves, 12 de febrero de 2009

We are junks

Yes We Are. Ya adelanté en varias ocasiones que abriría una entrada sobre lo yonkis que somos los opositores, y lo haré tomando como base mi historial de adicciones en nombre de la oposición a lo largo de estos añitos.

Cuando empecé con esto de la "profesión: estudiante" había oído que iba bien la levadura de cerveza, pero como no quería empezar a saco con los suplementos vitamínicos lo que hice fue comprármela en polvo y la espolvoreaba en las ensaladas, como si fuera parmigiano (por desgracia no tan buena o seguro que la adicción me hubiera durado más que unos meses). En vistas de que no como ensaladas a diario y lo de meterme una cucharada a palo seco me daba un poco de repelús decidí lanzarme con las vitaminas y, tras mucho darle la tabarra a la farmacéutica, opté por el Berocca.
Realmente están muy bien, sale más a cuenta comprarlas en cápsulas, pero a mí lo de empastillarme no me emociona así que siempre he preferido las efervescentes, que parecen zumo de naranja del de cuando hay crisis (tipo tang u otro derivado imbebible de esos). Así estuve un tiempo y me gustaban, tienen mucha vitamina del grupo B que es la que nos viene bien a los que trabajamos con la cabeza y un sinfín de minerales.

Pero un día mi vida cambió: empecé a ir a la quiropráctica (sí, aquella que me recetó litio, como a los locos) y me dijo que me faltaba de to (sin análisis, sólo de verme la cara) así que me mandó vitamina c, vitamina b6, aceite de onagra, calcio, magnesio y zinc... todo esto por separado, de casas naturistas, estas que por hacer el revestimento de la cápsula 100 por 100 natural te cobran quince veces más.
Y lo mejor de todo es que siguiendo sus indicaciones acabé metiéndome una media de 15 pastillas diarias... Al menos durante un tiempo y es que yo no sirvo para medicarme. Es como cuando me pongo enferma y me mandan un tratamiento: a mí me basta con comprarlo, lo de seguirlo me cuesta más. Ya me pongo buena habiendo desembolsado el precio.
También me dijo que las almendras eran buenas para la memoria, y me veis a mí, en la bib, jalando almendras como una desesperada mientras mi compi se comía su twix para reponer fuerzas...
Finalmente pasé de la quiro, me fui con mi bendita fisio y volví a lo de la automedicación que siempre me ha dado tan buenos resultados. Al fin y al cabo los opositores estamos acostumbrados a ser nuestros propios jefes, así que acabamos asumiendo que el decidir qué nos va mejor es asunto nuestro.

En la bib, las tres Marías, nos informamos a ver qué daría mejores resultados a la hora de estudiar y nos quedamos con tres productos: astenolit, mentis y denubil. Como éramos tres decidimos darle cada una a uno a ver cómo nos sentaba.
F. (AKA "la fea") optó por el Astenolit, porque había leído que es lo que se tomaba Garzón mientras opositaba y que se las había sacado en tiempo récord... yo creo que más que el astenolit fue el encierro en su zulo, pero bueno.
A. se decidió por el Mentis, seguramente por que era el más caro y una siempre piensa "por algo será".

Y yo me vicié al Denubil, con ese color "rojo cochinilla" no hay quien se resista y es que además me gusta el sabor y todo. ¿Qué lleva?, pues no lo sé. Habré leído el prospecto (que va impreso en la caja, no esperéis grandes lujos por menos de tres euros) mil veces, pero no sé qué es, sólo sé que sirve para "trastornos de la atención y de la memoria" y a mí eso me suena divino... no olvidemos la importancia del efecto placebo.
Pero el examen se acercaba y a mí me parecía que poner todas mis esperanzas en esa bebida roja no iba a ser suficiente así que decidí complementarla con las flores de Bach. Había oído maravillas de la fórmula examen y pedí a la farmacéutica que me la hiciera pero la tía no tenía ni idea de lo que llevaba así que me fui para mi casa y me puse a investigar las distintas flores y sus efectos y me di cuenta de que la fórmula examen no era para mí: Nosotros no somos meros estudiantes, debería existir una mejor combinación para nuestras necesidades... así que creé la fórmula opo. Parecerá cachondeo pero, con la fórmula opo, A. y yo volábamos. Sigo sin saber si fue un rollo mental de autoconvencimiento, pero realmente era meternos esas tres gotitas y devorar temas... la fea nos contempló escéptica una temporada, pero viendo nuestra felicidad pronto sucumbió y me pidió la fórmula. Ahí es cuando en la bib nos empezaron a tomar por locas (más bien a ellas, yo ya tenía el título oficial de locadrogadicta), metiéndonos chupinazos de alcohol cada x horas (es que las flores de bach son a base alcohol y no veáis si olían a licor de hierbas), pero nosotras ni caso, imparables con nuestro nuevo combustible.
Lo malo es que creo que abusamos y al tercer frasco dejaron de hacer efecto. Así que me planté. Pensé, Mery, durante un tiempo desintoxícate de todo producto que salga de una farmacia o herboristería, y así lo hice.

Así que ahora como mucho me meto un mandarinetto de vez en cuando, coctail exquisito que salió de las distintas reuniones de los amigos y vecinos de L. square, y que consiste en mezclar Amaretto (licor de almendras) con zumo de mandarina... no penséis mal, no soy una alcohólica, que las almendras, recordad, van bien para la memoria;)

sábado, 7 de febrero de 2009

Álbum de fotos


He sido tagueada (lo siento, me da mucho apuro lo de memear) por Mi Mundo de Opositora para que ponga cinco fotos que me describan. Como bien sabéis me gusta hacer un blog monotemático a fin de acabar tan harta de la opo que no me quede más remedio que aprobarla jejejeje así que de nuevo volveré a adaptar las normas a este fin y las cinco fotos estarán relacionadas con mi evolución opositoril.


Foto 1: El tema que me vio llorar.

¿Quién no ha llorado sobre los apuntes? Bueno, alguien habrá, pero conozco a muchos opositores que un día u otro rompen en llanto ante los porqueris o Luzones. En mi caso fue éste último quien tuvo el honor.
Llevaba yo un par de semanas en esta nueva vida y por lo visto no le había pillado aún el gustillo. Fui a cantar y el tema se me quedó larguíiiiiisimo. Mi prepa me dijo que dejara de hacer exposiciones magistrales como si fuera catedrático de Derecho Penal y que resumiera, que los temas tenían que soltarse en quince minutos.
Para ayudarme en tal menester de concisión verbal me prestó su sagrado Luzón, sí: aquél con el que aprobó la opo en dos años, para que me estudiara exactamente lo que había subrayado, ni una palabra más. Total, que me fui contenta a mi casa con aquél tesoro.
Empecé a estudiar el tema 4 de penal muy ilusionada, con el libro de mi prepa, pero a medida que pasaban las horas y las distintas definiciones de delito no me entraban en la cabeza, cuando vi que pasados diez minutos se me olvidaba la distinción entre clásicos y neoclásicos y que todos los autores para mí decían lo mismo, una lagrimilla empezó a recorrer mi rostro, con tal mala suerte de que la jodida fue a parar al libro que mi prepa había subrayado a conciencia, con rotuladores. Cuando ví que la tinta se corría y que había arruinado esa obra de arte ya no pude parar y la tímida gota pasó a un torrente de llanto con moquera incluída... Hay que ver qué bien absorben los Luzones.
Cuando fui a cantar le di el libro cerrado rezando porque no viera que había lloriqueado sobre su tema 4 de penal. A día de hoy no sé si se habrá dado cuenta. Si me lees, que sepas que desde ese día no he vuelto a llorar sobre los apuntes, algo es algo. Al fin y al cabo lo que no te mata te hace más fuerte.

Foto 2: Mi libreta de los horrores.

Lo primero que hizo mi prepa al aceptarme fue regalarme esta libreta en la que cada semana iba apuntando mis progresos. Es curioso como unas simples hojas de papel reciclado pueden resumir tus últimos años, tus esfuerzos, tus fracasos.
Desde que se fue he seguido rellenando yo mi libretita de los horrores. Ya no es lo mismo, pero me niego a romper la tradición: algún día revisaré sus páginas y veré los pasos que he dado hasta la meta que aquél primer día decidí perseguir con tanta ilusión (y con tan poco conocimientoXD).

Foto 3: Mis esquemas.

Tengo todos y cada uno de los temas del primer oral resumidos en una cara de folio dina4. Aún así si los juntas todos son un tocho... no por mucho resumir se reduce el temario.

Foto 4: Del día en que sufrí trastorno mental transitorio.

Estaba yo estudiando tan tranquila cuando accidentalmente tumbé un ambientador de estos líquidos y se derramó toda la esencia viscosa sobre mis apuntes. Os podéis imaginar mi reacción... o quizá no. Empecé a gritar todos los tacos habidos y por haber, me eché las manos a la cabeza y me quedé paralizada frente a mis maltrechos temas, no podía reaccionar.
Gracias a dios en aquella época tenía novio y estaba en casa y, lejos de asustarse por mi shock, tras comprobar que yo estaba bien (al menos físicamente) corrió a por los apuntes, enchufó el secador y los secó como buenamente pudo. Cuando conseguí reponerme del susto llegué a una chocante conclusión: la tinta negra se corre menos que la azul.
Es curioso como cada tema que cojo me recuerda a un momento dado en que lo estudié, pero los temas que sufrieron aquél percance se lo recuerdan también a todos los que estudian a mi lado... ¡no veáis qué pestazo! Esa tragedia también me confirmó lo importante que es llevar los temas en fundas de plástico: gracias a esa medida preventiva sólo se empaparon las cabeceras. De lo contrario seguramente aún estaría en estado de shock o hubiera dejado la opo.

Foto 5: mi amado Código Penal.

Y digo amado porque lo compré al comenzar con esto y sigo con él. Me da igual cuántos artículos retoquen o cuántos párrafos añadan a tipos ya de por sí infumables. Mi código no lo cambio. No podría acostubrarme a otro, llevo demasiado tiempo manoseándolo, así que con cada reforma lo que hago es añadir posts-it y arreando. He cambiado la LeC, la LeCrim, el CC y la CE, pero mi CP, aunque huela a plátano y pese el doble de lo normal de la cantidad de porquería que arrastra no es negociable.

Si muero opositando que me entierren con élXD.

Ahora me toca a mí designar a otros cinco bloggers para que se definan a sí mismos a través de las fotos. Aviso a los seleccionados, no pasa nada si pasáis de mí excepto si sois SIE que se ha comprometido tácitamente a seguir todos mis tags, memes, y cadenas interneteras y blogueriles que se me antojen al recoger su no premio anterior. Dicho lo cual nomino a...

1. SIE (surprise! No te ibas a librar, no)
2. Imogen (¡toca cambiar la música por imágenes!)
3. Kela (¡podrían ser 5 fotos de tus trabajos!)
4. Jaspe (que ya vi en tu blog que te va la fotografía;))
5. Rosa/ae (entre las fotos podrías incluir la del -ya famoso- salmón marinado... si es que no te has intoxicadoXD)

Quiero dejar constancia de que algunos se han librado porque se me han adelantado otros y otras porque no quiero ser yo la causa de otra sequía viñetera.

lunes, 2 de febrero de 2009

Keep the Faith


Ante todo pido perdón por no haber actualizado en toda la semana. Me gustaría decir que es que he estado estudiando más horas que un reloj y que con el ansia devoradora de temas no he podido desengancharme de los porqueris para escribir aqui... pero estaría mintiendo. Simplemente no he estado muy inspirada, sobre todo con el estudio.

Arrancar me está costando más de lo que creía y aún no tengo la cabeza totalmente metida en nuestro maravilloso mundo opositoril, lo cual sería, según mi opinión, el estado ideal del opositor: cuando todo su universo gira entorno a los temas es cuando realmente se le pasa el rato volando mientras estudia y más contento está. Porque, vale que lo pasamos bien de cañas con los amigos, pero la felicidad del opositor pasa por la satisfacción del trabajo bien hecho, y eso sólo se consigue cuando cierras el libro por la noche sabiendo que no podría haberte cundido más, y disfrutas las horas libres sin tener que entonar el mea culpa.


Pero hoy he cantado, y lo mejor del día del cante es que empieza la semana. Es como si te dieran una nueva hoja en blanco para empezar de cero, o, poniendo un símil religioso, como cuando te confiesas y quedas limpio, para empezar a pecar otra vez hasta el nuevo día de confesión... Que sí, que lo ideal sería ser buenos y no tener que ir a la semana siguiente con los mismos cuentos que la anterior pero, aún así, el examen de conciencia del día de cante/confesión nos acerca al cielo o, en nuestro caso, al ansiado aprobado.

Y todo este rollito viene de que me sé los temas. Y el lector dirá "¿entonces de qué te quejas, pesá?" Pues resulta que de nada sirve saberse los temas si uno no cree que se los sabe. Parece una tontería, pero más de una vez hemos llevado un tema con pinzas pero le hemos echado morro y no se ha notado en tanto que otras, como es mi caso de hoy, nos lo sabemos pero fallamos en la entonación, cantando con timidez, como pidiendo perdón por adelantado por las posibles cagadas que puedan ir saliendo.

Como decía mi primer prepa "El ochenta por ciento de un opositor es su moral" y debería grabármelo a fuego en la memoria, por encima de las perlas porqueriles porque es la gran verdad de la oposición: HEMOS DE TENER FE. Confianza en nuestras posibilidades, en que los años de estudio se han de notar, en que sabemos más de lo creemos y en que los que aprueban están como nosotros. Pero, a prescindir de toda racionalización sobre nuestros conocimientos, debemos tener una fe ciega en que lo vamos a lograr porque sí, sin más, esa es la clave.


Y esa convicción de que nos lo sabemos todo y podemos con todo la da, precisamente, el haber estudiado sin vaguear todos los días previos al cante, con independencia de que realmente dominemos el temario. Parece una contradicción, lo sé, pero yo lo veo así: no son tanto las horas que se estudian sino el hecho de saber que se han estudiado todas las posibles... no es tanto lo que sabemos sino lo que creemos que sabemos.
Así, pues, a lo mejor canté mejor un tema en primera vuelta, aún sabiéndomelo peor que ahora, por el mero hecho de haber ido a cantar habiéndole dedicado todas las horas posibles y convencida, por tanto, de que estaba bien sabido. Quizá ahora, con muchas más vueltas y sabiéndomelo hasta del revés, como la niña del exorcista, no lo cante igual de bien porque no le he sacado a la semana todo el partido que podría, no sé si me explico.

Suena a cuento chino pero en la opo, como con cualquier credo, hay que aceptar sinsentidos
y yo, como cualquier monja de clausura, decido dejarme de pamplinas y abrazar mi fe... ¡Bendita oposición!

En conclusión: esta semana toca devorar temas, por lo cual si no actualizo en unos días espero que no sea por estar flagelándome sino por estar llegando al éxtasis místico-opositoril y viendo la luz a través de las rebuscadas teorías que ilustran nuestros rezos porqueriles. Amén.