Redecora tu mente

Hi, dears. Hoy vengo muy contenta porque al fin las diez horas en que pego el culo a la silla empiezan a cundirme, al fin noto el efecto "vuelta al cole" que, unido al hecho de que le haya enviado el planning a mi prepa, hace que resulte menos tedioso el estudio diario: simplemente asumo que esas horas no me las quita nadie así que es mejor que cundan a llegar al día del cante con la lengua fuera y la mitad de temas mirados por encima.

Parece una parida, y más viniendo de una veterana que debería tener por la mano esto de la oposición, su rutina diaria, las horas de estudio, los descansos, etc, pero no es así. En la opo pasamos ciclos en que estamos más o menos centrados, con más o menos fe en el aprobado, momentos en que vivimos la oposición como si no hubiera nada más y otros en que volvemos a la realidad y recordamos que no es más que un medio para un fin: el aprobado, y de ahí que no se trate del tiempo invertido sino de la calidad de esa inversión.

Estoy contenta porque me he quitado un peso de encima: el agobio que me estaba produciendo esta primera vuelta a los temas del primer oral cuando ahora ya hace prácticamente ocho meses que no los veo. Claro, tú das por supuesto que te puedes mirar tropecientos temas al día porque los llevabas todos el día del examen, pero no te das cuenta de que el día del examen está lejos y que la memoria es como una habitación llena de cuadros: para añadir uno nuevo tienes que hacer espacio recolocando los demás. De ahí que, tras haberte empollado todo el tercer ejercicio, el segundo esté bastante olvidado, los cuadros apilados unos encima de otros y llenos de polvo. Así es difícil volver a tener esa visión de conjunto que se tenía en plena exposición y hay que ser paciente y entender que hay que ir desempolvándolos y colocándolos poco a poco para que vuelvan a quedar a la vista y que, con el tiempo, volveremos a estar en situación de echarles un vistazo a todos con una ojeada, pero que ahora es imposible... y más si nos detenemos en cada cuadro para restaurarlo y dejarlo como nuevo. Más tiempo pasa y más se deterioran los que aún tenemos que colocar. Así que mejor colocarlos todos cuanto antes y una vez hecho eso ir deteniéndonos en los que requieran más atención.

Yo me estaba agobiando mucho al ver que iba más lenta de lo que quería y que los temas me quedaban flojos hasta que me detuve y pensé "Mery, que el examen no es mañana, ahora se trata de desempolvarlos y en la siguiente vuelta quedarán bien" y parecerá una tontería pero ahora estudio mucho mejor: no me importa olvidarme de un par de artículos que antes me sabía como el padre nuestro, no, la vuelta importante será la siguiente donde los temas no serán prehistóricos y podré centrarme más en memorizar detalles y asentar bien la estructura general.

Con este rollazo sólo quiero deciros que a veces toca sacrificar un poco nuestra manía por ser perfectos en aras a avanzar, si te paras no llegas nunca a meta, si en esta vuelta no quedan como nos gustaría quizá es porque tengamos que ser pacientes y llegar a la siguiente, pero si eternizamos ésta la otra nunca llegará y los temas seguirán siendo lejanos y, por tanto, borrosos.

Aprovecho esta entrada para desear muchísima suerte a los compis que estrenan el Supremo, que estoy segura de que habrán dado ya varias vueltas e irán con la cabeza llena de cuadros para deleitar a sus señorías con su arte, definición y trazo seguro. Recordad, no es tanto lo que sabemos sino lo que demostremos saber, así que a echarle un par y a darlo todo, que es la hora y media más intensa de nuestra vida, sí, pero sólo es eso: tiempo, y los años y horas de estudio que llevamos a cuestas bien merecen que aguantemos ese ratillo de tensión.

¡A por ellos, artistas!

Dime cuándo, cuándo, cuáaaando...

Así estamos, a dos semanas de que empiecen a examinar y sin calendario de llamamientos, con un par que, total, a nosotros nos gustan las emociones fuertes: eso de saber cuando has de ir a Madrid para comprar el billete y buscarte el hotel es de nenazas. Los de la comisión de selección saben que nos gusta el riesgo, la emoción, los sobresaltos, porque sino ¿qué sería de nuestra vida tan lineal y previsible?
Por eso este año no nos podemos quejar, por si la reforma del Código Penal no fuera suficiente (¿alguien ha conseguido estudiarse el 66 bis? en mí tiene el mágico efecto del "autoerase"), y la magnífica reforma del Registro Civil que, si bien no entra en vigor hasta dentro de tres años hay que mencionarla y estar al loro con lo que sí entra (ese art. 30 CC), alguien ahí arriba ha dicho "estos pobres opositores veteranos que ya se saben el temario, vamos a darles un poquito de emoción que se me aburren sobre los temas" y así, sin más, la única norma que creíamos intocable van y la modifican... sí, sí, la Constitución.

Ah, así da gusto. Temía yo que este fuera un añito tranquilo, de afianzar algunos temas y mantener frescos otros, pero no, gracias a Dior me lo voy a pasar intentando recordar las reformas. Porque es así. Si un tema nuevo en primera vuelta te lo estudias en un día y ahí queda para los posteriores repasos, un tema reformado, por muchas vueltas que le des no se te queda en la cabeza como aquella primera versión que te estudiaste.
Es curioso, pero es así, soy consciente de que me tendré que mirar cada una de las reformas del CP justo el día antes del examen o me las saltaré a la torera a la hora de cantar, no importa cuántas vueltas les haya dado.

Presa de la emoción y deseosa de comprobar cómo las novedades resisten los repasos, me dispongo a estudiar, no sin desearos que este año opositoril que empieza (aleluya, septiembre por fin) sea el último para todos, pero sobre todo para aquellos cuyos códigos y apuntes no admiten más post-it y añadiduras;)


ALERT, ALERT! HA SALIDO EL CALENDARIO, venga compis, a perder un día de estudio haciendo plannings!