No tengo muchas ganas de escribir en el blog, pero creo que os debo esta entrada a todos. Me examiné la primera quincena de junio y suspendí. Mi primer cante de procesales fue en marzo y la verdad es que en tres meses en los que estuve dos semanas ciega con antibióticos para los ojos no me dio tiempo a asentar los procesales.
No estoy triste. Pensé que este suspenso me iba a hundir en la más absoluta de las miserias y no ha sido así. Al fin y al cabo el aprobar o suspender depende de mil factores y cuando llevas un tiempo en esto conoces a muchas personas que serían grandes jueces o fiscales y que por desgracia no tuvieron suerte y tantas otras que te echas las manos a la cabeza pensando en cómo tratarán a los justiciables. Es lo que hay, tú sólo puedes intentar llevar el temario lo mejor posible, lo demás se escapa de tu alcance y hay que aceptarlo como viene.
Y yo soy feliz, por raro que parezca. Feliz porque en tres meses he estudiado lo indecible (llegué a repasarme 100 temas el día antes) sin decaer, sin sentir lástima por mí (al fin y al cabo yo decidí meterme en esto) agradecida de tener la oportunidad de ir y cantar ante sus Señorías e intentar hacerlo lo mejor que podía dadas las circunstancias.
Por desgracia no fue suficiente, me invitaron a retirarme por falta de precisión y relacionar demasiado con otros temas.... yo en el tiempo que pude más precisa no podía ser. Creo firmemente que de haber tenido un par de semanas más habría podido aprobar y eso me anima a pensar que todo ese trabajo ya está hecho para el año que viene en que, por lo que parece, desgraciadamente vuelvo a ser de las últimas.
Si de algo os puede servir mi experiencia os diré que me da la sensación de que para el segundo oral hay que ir con buena nota en el primero. Creo que con el cambio en las puntuaciones (sobre 50 en lugar de 25) todo el que vaya con nota inferior a 30 lo tiene jodido para pasar, así que si te examinas de los primeros y has tenido tiempo probablemente pases pero de los últimos lo tienes un poco difícil porque te exigen el mismo nivel con la mitad de tiempo y eso es difícil a menos que domines el procesal por otros motivos. Incluso he llegado a leer a compañeros que sí han aprobado diciendo que en mi Tribunal el nivel había subido y la verdad es que viendo los resultados de las últimas sesiones concuerdo con su apreciación. Así que aconsejo intentar llevar muy bien el primer oral y sacar nota porque, a diferencia de otros años, pesa y mucho.
De todos modos estoy contenta y orgullosa de lo que he hecho, estudiar sin pensar que lo tenía todo perdido, intentarlo con todas mis fuerzas y pelear el examen mientras pude, creo que me servirá mucho para la siguiente convocatoria. Además tuve que reformar todos mis apuntes de procesal, mercantil, admvo y laboral que eran de hace 4 años y eso es trabajo adelantado para el próximo oral si todo va bien y apruebo el primero.
Lo que más me apena de no haberlo logrado este año es que muchos compañeros que son amigos han pasado esta convocatoria, y muchos otros que conozco por el blog también y me hubiera gustado coincidir con ellos, pero por otro lado también los hay que se han quedado por el camino y con los que ojalá coincida el año que viene.
Lo importante, lo que tenemos que recordar, es que somos unos privilegiados, no hay muchas personas que tengan la oportunidad de cantar ante sus Señorías jugándose la plaza y eso ya es mucho. No olvidemos que todo esto lo hacemos por un trabajo, para servir a la Justicia, ni para ser mejores que nadie ni para ir de prepotentes por la vida, es un trabajo y nuestra vida no se puede hundir porque esta vez la entrevista haya ido mal. Ya tendremos más suerte en la siguiente, lo importante es todo lo que nos rodea. Yo soy muy feliz, aún opositando y con lo duro que ha sido este año también ha sido el más feliz de mi vida, estoy enamorada, tengo planes para el futuro, tengo familia y amigos que me apoyan y tengo la oportunidad de perseguir mi sueño, ¿qué más se puede pedir? Un aprobado, sí, pero será que no era el momento y si ha de llegar llegará.
No estoy triste. Pensé que este suspenso me iba a hundir en la más absoluta de las miserias y no ha sido así. Al fin y al cabo el aprobar o suspender depende de mil factores y cuando llevas un tiempo en esto conoces a muchas personas que serían grandes jueces o fiscales y que por desgracia no tuvieron suerte y tantas otras que te echas las manos a la cabeza pensando en cómo tratarán a los justiciables. Es lo que hay, tú sólo puedes intentar llevar el temario lo mejor posible, lo demás se escapa de tu alcance y hay que aceptarlo como viene.
Y yo soy feliz, por raro que parezca. Feliz porque en tres meses he estudiado lo indecible (llegué a repasarme 100 temas el día antes) sin decaer, sin sentir lástima por mí (al fin y al cabo yo decidí meterme en esto) agradecida de tener la oportunidad de ir y cantar ante sus Señorías e intentar hacerlo lo mejor que podía dadas las circunstancias.
Por desgracia no fue suficiente, me invitaron a retirarme por falta de precisión y relacionar demasiado con otros temas.... yo en el tiempo que pude más precisa no podía ser. Creo firmemente que de haber tenido un par de semanas más habría podido aprobar y eso me anima a pensar que todo ese trabajo ya está hecho para el año que viene en que, por lo que parece, desgraciadamente vuelvo a ser de las últimas.
Si de algo os puede servir mi experiencia os diré que me da la sensación de que para el segundo oral hay que ir con buena nota en el primero. Creo que con el cambio en las puntuaciones (sobre 50 en lugar de 25) todo el que vaya con nota inferior a 30 lo tiene jodido para pasar, así que si te examinas de los primeros y has tenido tiempo probablemente pases pero de los últimos lo tienes un poco difícil porque te exigen el mismo nivel con la mitad de tiempo y eso es difícil a menos que domines el procesal por otros motivos. Incluso he llegado a leer a compañeros que sí han aprobado diciendo que en mi Tribunal el nivel había subido y la verdad es que viendo los resultados de las últimas sesiones concuerdo con su apreciación. Así que aconsejo intentar llevar muy bien el primer oral y sacar nota porque, a diferencia de otros años, pesa y mucho.
De todos modos estoy contenta y orgullosa de lo que he hecho, estudiar sin pensar que lo tenía todo perdido, intentarlo con todas mis fuerzas y pelear el examen mientras pude, creo que me servirá mucho para la siguiente convocatoria. Además tuve que reformar todos mis apuntes de procesal, mercantil, admvo y laboral que eran de hace 4 años y eso es trabajo adelantado para el próximo oral si todo va bien y apruebo el primero.
Lo que más me apena de no haberlo logrado este año es que muchos compañeros que son amigos han pasado esta convocatoria, y muchos otros que conozco por el blog también y me hubiera gustado coincidir con ellos, pero por otro lado también los hay que se han quedado por el camino y con los que ojalá coincida el año que viene.
Lo importante, lo que tenemos que recordar, es que somos unos privilegiados, no hay muchas personas que tengan la oportunidad de cantar ante sus Señorías jugándose la plaza y eso ya es mucho. No olvidemos que todo esto lo hacemos por un trabajo, para servir a la Justicia, ni para ser mejores que nadie ni para ir de prepotentes por la vida, es un trabajo y nuestra vida no se puede hundir porque esta vez la entrevista haya ido mal. Ya tendremos más suerte en la siguiente, lo importante es todo lo que nos rodea. Yo soy muy feliz, aún opositando y con lo duro que ha sido este año también ha sido el más feliz de mi vida, estoy enamorada, tengo planes para el futuro, tengo familia y amigos que me apoyan y tengo la oportunidad de perseguir mi sueño, ¿qué más se puede pedir? Un aprobado, sí, pero será que no era el momento y si ha de llegar llegará.
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